25 febrero 2006

la peste aviar

A la mayoría de las personas le siguen gustando de mayor los cuentos de miedo con los que disfrutaba estremecido de niño. No es de extrañar que los medios de comunicación, en un afán de dar gusto a su clientela, los estremezca periódicamente con viejas historias de terror. Y en estos tiempos de dictadura médica que nos ha tocado vivir es lógico que estas historias sean los medievales anuncios de la peste.

A raíz de la muerte por SIDA del actor Rock Hudson, el 2 de octubre de 1985, se desató en la prensa, a mayor velocidad que la del propio SIDA, una carrera para ver quién contaba mayores truculencias y quién describía un desenlace más funesto. No importaba contar falsedades, como su fácil contagio, que luego fue imposible desmentir. Se pudo oír que se contagiaba como la gripe y que todos (ese maldito todos) estábamos expuestos por igual.

Años más tarde aterrorizaron al público con el mal de las vacas locas. Había que ver con que propiedad esa gente sencilla, que nombra sus enfermedades por los nombres de la jerga médica, se llenaba la boca pronunciando encefalopatía espongiforme bovina (EEB). ¿Cuál fue el numero de humanos contagiados? Mínimo y ya nadie se acuerda del caso de las vacas locas. ¡Qué locura!

Ahora nos toca la peste aviar. Esta es una peste más común, de la que raro era el año que no había brotes. ¿Cuál es la novedad? Que se transmite a los humanos y estos se la podrían transmitir entre sí. ¿A todos los humanos? Pues parece que a muy pocos. En esa zona superpoblada donde a surgido, las condiciones de salubridad, dado el grado de desarrollo y el clima, no son muy buenas, sólo ha habido veinte muertos. Como otras veces se pasará esta peste aviar y nadie se acordará del mortífero virus H5N1.

23 febrero 2006

quiero ser español

Leí ayer en la prensa que los saharauis refugiados en los argelinos campos de Tinduf, peregrinan a Badajoz para recobrar la nacionalidad española que tuvieron hasta que el Sáhara fue ocupado por Marruecos. Llegan provistos de sus documentos nacionales de identidad y sus libros de familia para que no haya duda de que ellos son españoles como cualquier pacense. Lo que no aclara el articulista es por qué han elegido Badajoz.

Hoy leo otro caso más enternecedor. Es el de Gabino Iglesias, un portorriqueño que también quiere ser español. El destino lo trajo a una base americana en España y al jubilarse decidió quedarse en la que el tiene por su tierra. Gabino nació en 1921 de padres nacidos en Puerto Rico en 1896, cuando la isla era una de las provincias de ultramar, tan provincias como las Canarias o Zaragoza y más que Navarra, si la antigüedad fuera un grado en cuestiones provinciales, pues la primera fue provincia española desde 1492 y esta última desde 1513.

El juez, en abril de 2004, decidió que Puerto Rico antes de 1898 no era territorio español y don Gabino, con ese dulce deje caribeño, se pregunta perplejo: Si mis papás no eran españoles ¿qué eran? A primera vista da la impresión que este juez sabrá de leyes lo justo, pero sus conocimientos históricos son escasos y su sensibilidad hacia la pentición de un anciano de 85 años que sólo quiere ser enterrado como español es nula.

22 febrero 2006

mensaje en una botella

Encuentro en esta lejana playa de Urtala un mensaje dentro de una botella. Como no podía ser de otra manera es de un raro náufrago, un náufrago cosmopolita. Me comenta un escrito que debí titular problemas imaginarios de un país que derrocha una buena salud como no la tuvo hace siglos.

No doy en ese artículo soluciones, nada más lejos de mi forma de ser, y menos rápidas. Si todos tuvieran tan claro como yo que el nuevo Estatuto de Cataluña que se apruebe en las Cortes no infringirá ningún artículo de la Constitución ¿de qué iban a hablar? ¿De física cuántica, de filosofía del lenguaje, acaso de arte o literatura? Sólo les quedaría el fútbol.

Los nacionalismos son algo del siglo XIX y que culminaron con con la barbarie de las dos Grandes Guerras europeas que sirvieron para acabar de una vez por todas con los grandes nacionalismos y crear la Unión Europea, nación de naciones en la terminología francesa. Mientras el discurrir de la historia va hacia la agregación de naciones, los elementos históricamente más reaccionarios (recordemos a los carlistas) intentan ir, como siempre, en sentido contrario, hacia la disgregación. Y ya sabemos lo que les ocurre a los que nada contracorriente: al final serán arrastrados por la corriente.

Me dice que el 42% de los catalanes se define tan catalán como español. Poco me parece. Si esta encuesta se hace en Navarra posiblemente el porcentaje sería mayor. Si se refiere a que este 42% no concuerda con el 90% del Parlamento que aprobó el Estatuto no es así. A ese 42% hay que sumar el porcentaje de los que sólo se sienten catalanes y el de aquellos que no les parece tan grave y que si algo hay que pulir se hará en las Cortes. Muchos votantes del PP catalán pueden estar de acuerdo con el Estatuto.

Las palabras no son mas que palabras: sonidos o grafismos que expresan una idea y las sinónimas son expresiones que tiene la misma o muy parecida significación. Si nos mandan tomar una pastilla, píldora o grajea no nos importaría mucho el matiz. Sería muy distinto si pretendieran hacernos comulgar con ruedas de molino. Hay que tener intereses muy evidentes para organizar tales trifulcas con vocablos como nación, país, comunidad, territorio foral y así hasta el infinito. Charlas de café. Tertulias madrileñas.

el enfermo imaginario

Si el protagonista del Enfermo imaginario de Moliere creía padecer todas las enfermedades, algunas mentes enfermas transfieren todos sus males y nos quieren hacer creer que España es víctima de todos los problemas. Según ellos la economía va mal. Será la suya, no hay más que echar una mirada a nuestro alrededor y ver que la gente nunca vistió mejor, jamás viajó tanto, nunca se construyeron tantos edificios –que se compran a precios disparatados – ni tantas autovías ni trenes de alta velocidad. Y la Bolsa sigue subiendo desde hace más de un año.

La emigración asusta también a estas victimas del miedo hijo de la ignorancia. Si no fuera por lo emigrantes, quién hubiese construido nuestras casas, nuestras obras públicas, quién hubiera cuidado a nuestros mayores, quién recogería las cosechas de nuestros campos. La emigración no es más que otra muestra de nuestra bonanza económica y una bendición para sacudirnos nuestro aldeanismo de país que vivió siglos encerrado.

¿Y en qué cabeza cabe que la reforma del Estatuto de Cataluña pueda ser un problema? Tampoco es grave que Cataluña se llame nación si eso les place, en otros tiempos fue un estado del reino de Aragón y en la Primera República, de corte federal, lo que en la dictadura eran regiones se denominaban estados, como en EE.UU. o en Méjico. Que un territorio se llame región, nación, estado o comunidad tanto da. Sin ir más lejos, en la liga de rugby de las seis naciones, cuatro de ellas son Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda que compiten con Francia e Italia. Se imaginan algo similar en España.

¿Siente Vd. por la mañana al levantarse que España se resquebraja? Pues Vd. no debe ser un patriota, pues los que afirman ser muy patriotas así lo sienten. Debemos tranquilizarlos. España es uno de los países más antiguos de Europa y sus fronteras no han sufrido variación desde el siglo XV. En cambio, la mayoría de los estados europeos, Gran Bretaña incluida, ha sufrido grandes cambios territoriales en pleno siglo XX.

Es en casa, donde tenemos nuestros pequeños problemas que, por ser nuestros, son los verdaderos y grandes problemas. Lo otro es desviar la atención de los demás y la nuestra, actos de irresponsabilidad, intereses inconfesables.

siempre ha sido así


Para el iletrado siempre es el breve periodo de tiempo que puede abarcar su corta memoria. Los sanfermines no hace mucho tiempo, como se puede apreciar en la fotografía de Inge Morath de 1954, eran así. Cuatro corredores vestidos de pamplonicas —traje o pantalón y chaqueta "sport"— ante las astas de los toros. En las barreras poco público. Al fondo, llegan corriendo unos rezagados que no verán el encierro de hoy.