El patio del riad lo han sustituido por una piscina. Discutible decisión. Tanto en las casas andaluzas como en las marroquíes, sobre todo si el patio es cubierto, es la estancia preferida de la casa, donde se desarrolla la vida social y familiar.
Nos obsequian con un te de bienvenida con pastas en el cenador. Después comemos en la terraza oyendo las plegarias del almuédano y viendo el sobrevolar de las cigüeñas del minarete vecino.
La comida se compone de ensalada marroquí, tajine de pollo al cilantro con patatas y crepes beréberes con confitura de fresas y fresas naturales.
2 comentarios:
oooooooh
Delisioso menú.
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