Me ha llenado de dolor de corazón el sentimiento causado por las contestaciones que desde mi blog doy a mis lectores. He de confesar que mi ánimo era justo el contrario. Me hubiera sido más fácil no contestar y convertir el blog en un diálogo de sordos. Por eso siempre contesté a mis lectores.
Contra lo que pueda parecer, no soy autoritario y ni se me pasa por la cabeza de que pueda convencer a alguien de nada. Sí me gustan las polémicas vivas, contundentes y, sobre todo, bien argumentadas. No me gusta emitir opiniones personales, sino hechos y conocimientos suficientemente documentados.
Así que pido perdón con dolor de corazón, contrición y propósito de la enmienda. Los tres requisitos para que fueran perdonados los pecados en el sacramento de la penitencia.
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¿?
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