07 marzo 2007

el infierno somos nosotros

Esta mañana a amanecido con claros y nubes. Pronto el cielo se ha cubierto y ha empezado a llover, primero suavemente, después con fuerza y al final ha caido un una ligera granizada.

Los agricultores, que ya sabían lo que se avecinaba, ayer terminó la jornada lloviendo, estabán en el Mesón leyendo la prensa. En el televisor la emisión del pleno del Senado, que nadie mira, con un subtítulo: Tensa sesión en el senado.

Llegan dos peregrinos cubiertos cons esos plásticos que los cubren a ellos y a sus mochilas dándoles un aspecto de extraños dromedarios. Se despojan de su impedimenta, toman asiento en una mesa, piden algo de comer y beber y el mayor saca su diario y escribe.

De una viña próxima viene alguien que saluda y al ver al presidente del gobierno en el televisor nos suelta dos verdades como dos derechazos a la mandíbula. Le advierto que irá al infierno por lo que dice.

-¿Pero donde está el infierno? -me pregunta mi amigo de los sudokus.

-El infierno somos nosotros, -el peregrino del diario levanta la mirada ante el giro que está tomando la conversación -no ves el castigo que lleva a cuestas, siempre sufriendo, siempre a disgusto por todo.

-¡Joder! en Luquin hay uno que el viernes empieza a echar juramentos, y así se pasa todo el fin de semana, porque el lunes tiene que volver a trabajar.

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