La única versión completa conocida del Amadís es la refundición española de Montalvo, dividida en cuatro libros, que constituyó un éxito formidable, también a escala europea. Tanto es así, que el mismo Montalvo y otros escritores continuaron la saga con nueve libros más: Las sergas de Esplandián, Florisando, dos titulados Lisuarte de Grecia, Amadís de Grecia, Florisel de Niquea, Rogel de Grecia, Silves de la Selva y Cuarta parte de Don Florisel de Niquea.
Su estilo se caracteriza por una latinización de la sintaxis, que suele situar al verbo al final de la frase al modo latino, y otros rasgos de esta naturaleza, como el uso del participio de presente, que lo aproximan al tipo de lenguaje de la escuela alegórico-dantesca del siglo XV, si bien resulta mucho más claro y llano.
En mis años de escolar amante de la literatura, siempre me quedé con la frustración de no haber leído algún libro de caballerías, que solo conocía por el Quijote y por que mi padre había escrito un libro titulado Amadís. Al leer sobre qué versaban los libros de caballerías sospeché por qué nos había escamoteado su lectura. Nada tenía que ver con la literatura mojigata, en este aspecto, que vino después. Era una literatura viril en la que había batallas, duelos a muerte, fantasía, erotismo y sexo. Aquello no se podía aguantar y por eso estos libros van a la hoguera. Menos Amadís, en la quema de libros de la biblioteca del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Como un nuevo Garci Rodrígez de Montalvo me propongo hacer una nueva enmienda del texto para acercarlo al español del sigloXXI. Espero que lo lean y lo disfruten. Y por supuesto critiquen mi labor para que pueda, con vuestra ayuda, mejorar mi trabajo y el texto sea más legible sin perder su sabor antiguo.
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