Hace meses iluminó los cielos de Urtala el cometa GUK . Su larga cabellera de polvo y gas incandescente dejó un rastro de pasmo en las estrellas, que miraron espectantes su paso. No sabemos si venía de los confines de la Nube de Oort o del Cinturón de Kuiper, más allá de la órbita de Neptuno.
GUK en su trayectoria celeste va ofreciéndose al Universo. Cuando la Tierra atraviesa su camino caen sobre ella estrellas fugaces, lluvias de meteoritos, unos de los cuáles vino a parar a Urtala.
Sólo nos queda esperar, que la pequeña excentricidad de su órbita le permita volver a surcar pronto los cielos de Urtala y que nos regale con otra espectáculo de lluvia de estrellas y un preciado y raro meteorito.
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